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viernes, 24 de enero de 2014

¿Dónde nos agarramos?





Lo primero que debo hacer es pediros perdón por tener tan abandonado este blog que es el vuestro. Este blog que empezó con toda la ilusión de un corazón optimista, que quería hacer partícipe a todos de ese optimismo y daros, si eso era posible, un poquito de alegría o por lo menos alguna sonrisa. Hoy, algún tiempo después, he de haceros una confesión: a veces la fuerza que empuja a ese optimismo me falla.

Los casos de corrupción en España se multiplican. No quiero entrar en enumerarlos a todos. Primero, porque ya estamos cansados de su repetición a todas horas en nuestros medios. Y segundo, porque son tantos, que seguro que se me olvida alguno. 
Es duro, muy duro este tema. Yo que he sido siempre muy ingenua, cuando iba al extranjero presumía de mi españolidad y me hubiera dejado cortar una mano antes de admitir que mi país tuviera que ver algo con la corrupción. Ahora veo las noticias anonadada. No doy crédito a lo que oigo y a lo que todo ésto supone. 

Frente a nuestras Fuerzas de Seguridad, nuestros Médicos, nuestros Maestros (los resalto con mayúsculas a propósito), que mantienen el pundonor, están los políticos que nos fallan en todos los frentes.

Por otro lado están los parados. La gente que no dispone de un salario para hacerse cargo de su familia y de ellos mismos. Se me encoge el corazón cuando veo todo lo que está pasando. Así que en mi debilidad, me encojo, me abrumo y no se me ocurre qué escribir para poder levantar el ánimo a nadie. Esta es la verdad, la cruda verdad.

Pero hoy ha saltado la chispa. En un momento y no recuerdo bien cómo, se me ha encendido una lucecita. He reflexionado y he tomado una seria decisión. ¡No voy a achantarme! ¡No voy a quedarme callada! Si toda la gente humilde que se encuentra en serias dificultades no tira la toalla, yo no lo voy a hacer.

Será mi pequeña colaboración. Mi minúscula ayuda, pero al fin y al cabo ayuda. No voy a dejarme nada guardado. Todo aquello que llegue a mis oídos que ha causado el más mínimo daño a alguien lo voy a denunciar.

El otro día pude leer que la prensa francesa poco menos que se reía de nosotros con este titular ´´En España los pobres tienen su programa de televisión´´ en clara referencia al programa de TVE en el que se ayuda a personas con dificultades. Pues sí señores, ésto es triste, pero si es una manera de ayudar a gente que lo necesita lo vamos a hacer. Si nos remonta a caridad trasnochada, que lo haga. El caso es que muchos problemas de personas desesperadas se están solucionando y no vamos a escatimar ninguna forma para lograrlo. Porque España es un país solidario, y frente a la corrupción de los políticos, al desprecio de los poderosos y a la indiferencia de los bancos, está la gente de a pie. Los que de verdad son capaces de dar hasta lo que no tienen para ayudar al otro. 

Así que no voy a echarme para atrás, si mi optimismo tiene por un tiempo que transformarse en rabia y denunciar, lo haré. Y si tiene que transformarse en gratitud para gritar lo bueno que mis conciudadanos hacen, también lo haré. Porque estaremos juntos a las duras y a las maduras. Y cómo sé que vamos a salir pronto de ésta, también disfrutaré pensándo en los tiempos que han de venir. Porque sí, estoy segura de que la crisis y todas sus huellas van a desaparecer de nuestras vidas, y no gracias a los de arriba, si no como siempre, gracias a los de abajo. Gracias a  los que dan el callo, a los que sufren, a los que aguantan, a los que mueren en las guerras y saben vivir en las dificultades.

 Un abrazo a todos los solidarios. A todos los que sufren los embates de la crisis de una u otra manera. Y a todos los optimistas del mundo, que saben sacar una sonrisa donde es muy difícil hacerlo. ¡Aquí estamos!
Saludos desde optimisstica.