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martes, 8 de agosto de 2017

¿HACERSE MAYOR ES UNA VERGUENZA?

Hay personas, afortunadamente, incluso puedo decir que algunas a mi alrededor, que cuidan, miman, respetan e incluso tratan con admiración a los que son más adultos. Pero hoy no vengo aquí a hablar de ellas, hoy quiero hablar de todo lo contrario, de los absurdos seres que tratan a los que han cumplido más años que ellos mismos, con un desprecio inaudito, como si acaso el hecho de haber cumplido menos años, fuese un valor perdurable.







Siempre he admirado a las personas con esa fuerza y voluntad extraordinarias, esas personas que van a la universidad a los sesenta, que no paran de trabajar, moverse, soñar. Pero ultimamente y a medida que voy cumpliendo años, tengo la sensación que no todo el mundo es así. Existe cierto extraño resquemor, que no acabo de entender. Es como si apartándose de los más mayores fuesen a perpetuar su juventud eternamente. Es un antinatural miedo a la madurez, que seguramente algún psicólogo achacaría al miedo a la muerte. Yo no intento entrar en esos matices, pero sí saco conclusiones al observar estas actitudes. Entiendo que cuando no se controla el miedo, es más fácil atacar al otro.






Si hay algo que no puedo cambiar es la edad. Bueno, no puedo y no quiero. Porque  creo que mi edad es fantástica. Siempre lo es. Lo era cuando fuí joven y lo sigue siendo ahora que soy menos joven. Mi edad siempre será la mejor.


El otro día, en su programa, Risto Mejide se quejaba de la gente que tanto se fija en los años, Los "Edadistas" les llama él. Parece ser que se meten con la diferencia de edad entre él y su esposa. ¡No hagas caso Risto! ¡Vive tu vida y sé feliz!

A mí el efecto que me produce una persona que desprecia a alguien solamente por su edad es de pena. Porque amiga, tarde o temprano, si no te mueres antes, y más pronto de lo que te imaginas, estarás tu sentada en esa silla. Así que, solamente puedo desearte que te vaya bien. Yo prefiero mirar con esperanza a la edad adulta, yo prefiero fijarme en lo que van haciendo los que van delante y vivir plenamente.

Se piensa que es una osadía pretender que puedes hacer algo, sobretodo si es algo físico, mejor que alguien más joven. Se supone que cuando te haces mayor  lo que debes hacer es quedarte en casa quejándote por alguna dolencia y aplaudir a los jóvenes. No pretender competir con ellos.  ¡Qué barbaridad! 

Hubo un tiempo en que se respetaba muchísimo a los mayores, se les escuchaba y obedecía. Se le animaba a participar en todas las actividades de la comunidad. Hoy parece, que para este sector, cumplir años sea algo apestoso, que solamente merece desprecio. Es como si temieran contaminarse.

Afortunadamente, este tipo de comportamientos te hace ver la calidad de las personas, y al igual que puedes ver lo malo, también se hace visible lo bueno. Estas situaciones te muestran a personas maravillosas que te buscan por tu calidad humana, que se acercan a tí por lo que aportas como ser único e irrepetible y no te están recordando continuamente la fecha de tu carnet de identidad.









Esta es mi filosofía. Pienso ser joven siempre, independientemente de los años que la vida me regale. Si alguien quiere acompañarme, estaré encantada de compartir mi pensamiento.

Ah! y una cosa. 
Dirigido a los "edadistas". Somos mayores, pero aún no hemos perdido totalmente la memoria. No hace falta que nos recordéis a cada momento nuestra edad. De verdad, de verdad, que nos acordamos perfectamente de ella, y de otras muchas cosas.


Saludos juveniles desde optimisstica.