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sábado, 26 de enero de 2013

COMO SER ABUELA Y NO MORIR EN EL INTENTO

Dar mucho....pedir nada.


Abuela, querida abuela. Cada día te pedimos más...cada día te damos menos.

Hace unos días tuve la ocasión de charlar con unas amigas, que aunque jóvenes, dos de ellas ya eran abuelas, una más recientemente y la otra ya con dos nietos en edades escolares. Fue una conversación hermosa, por su ternura, pero también dura. Una conversación que me hizo reflexionar.

A veces se nos olvida que a medida que pasan los años la sensibilidad aflora en las personas, que muchas cosas que para la gente más joven tienen interés para nuestros mayores ya no la tienen y sus prioridades son otras. El cariño es lo más importante en sus vidas y una sonrisa o un gesto amable les puede alegrar el día.

 
 Los abuelos se han vuelto imprescindibles en la familia. Se les necesita para que lleven los niños al colegio, para que los cuiden en muchas ocasiones en que los padres trabajan, pero sin embargo, se les niegan demasiado a menudo derecho alguno. No olvidemos, que incluso hoy en día, muchas familias viven a costa de la pensión de los más mayores. Y aunque estos son los casos más extremos, en general todos los abuelos dan mucho más de lo que reciben.

Una vecina mía de casi 80 años, se ve obligada a cuidar de sus nietos, hijos de su hija pequeña, porque en su día lo hizo con los hijos de sus hijos mayores. Ella, la hija, se lo exige, ya que si lo ha hecho con los demás ella no tiene que ser menos. Me parece algo tan aberrante que no se me ocurren palabras para calificarlo. La pobre mujer con todos los achaques posibles de una persona de su edad, se ve obligada a madrugar para llevar a los nietos al colegio, después recogerlos y no contentos con eso, también le piden  que les haga comida a todos. A veces me cuenta con lágrimas en los ojos, que no puede más, pero que como está la vida, pues que lo comprende. Y yo, que veo que la hija tiene su buena casa, su coche, sus vacaciones y sus lujos, me pregunto ¿acaso su madre tuvo algo de eso en su juventud? Pues no, no lo tuvo y no se le ocurrió pedirlo, pero ahora parece que lo queramos todo, y si hay que explotar a los abuelos, pues se les explota.

Pero lo curioso es que los que menos se quejan son ellos, por una mirada de un nieto o por una sonrisa y un beso son capaces de darlo todo, hasta su salud.

Esto es algo que deberíamos revisar. Antes, cuando yo tuve a mis hijos en edad escolar, si quería trabajar tenía que buscarme a alguien que pudiera recogerlos del colegio y pagarle a veces más de la mitad de mi sueldo. Pero es lo que había, yo podía llevarles a mis hijos de vez en cuando a los abuelos para que disfrutasen de ellos, pero no exigirles que me hicieran de niñera para yo ahorrarme el dinero. Y puedo asegurar que no disponía de los lujos de los que disponen muchas de las personas que ahora abusan de los mayores. Otra cosa es cuando hay necesidad, eso todos podemos entenderlo, y desde luego los abuelos no se van a echar atrás nunca. Ellos serán los primeros que estén ahí para ayudar en todo. Pero no abusemos por favor.

Después está el otro problema, que nadie parece que cae en él. El abuelo y sobretodo la abuela tienen la obligación de apoyar, o más bien de ayudar y dar el "callo" cuando pueden y cuando no pueden también, con sus dolores, sus lumbagos, sus cansancios y sus huesos doloridos. Pero no tiene derecho a tomar ninguna decisión, y a veces ni a decir lo que ven que es evidente. Se quejaba mi amiga, la abuela reciente, y me decía... parece que están esperando que les diga algo que concierne al niño para hacer lo contrario.  El niño llora y llora y no ven que tiene frio o que se ha quedado con hambre. Y lo que es peor...apenas me dejan que lo coja en brazos. Soñaba cada día con tener un nieto y ahora que lo tengo, he de conformarme con mirarlo como si estuviera en un escaparate, y a veces ni eso. No entienden mi necesidad de abrazarle, de transmitirle mi cariño.
No somos conscientes del amor que son capaces de sentir los abuelos, a veces, tanto o más que los padres. 

Pero hay una recompensa, una en la que todas las abuelas que conozco han coincidido. El cariño de sus nietos, los abrazos y te quieros de un nieto a su abuela. Ellos, los niños, si que entienden de eso. Así que le dije a mi amiga...no te preocupes, no tienes más que esperar un poco a que crezca, porque él sí que te va a entender. Ya lo verás. Te devolverá con creces cada abrazo que ahora recibe.
Ese cariño es de los más sinceros que podemos encontrar en nuestras vidas. Tanto el de los nietos a sus abuelos como el de los abuelos a los nietos. 
Por lo tanto, solamente me resta pedirle a esos jóvenes padres que estén un poco atentos al corazón de sus mayores.
Y me quedo con un pensamiento hermoso de un nieto dando un abrazo a sus abuelos...que aunque a papá y a mamá hay que quererles mucho a los abuelitos también hay que dejarles un huequito en el corazón.   
Saludos desde optimisstica. 
 

3 comentarios:

  1. ¡Hola Faraonita! un placer volverte a ver por Globedia, ¡cuanto tiempo! es un placer, espero poder leerte otra vez en Globedia.com Un abrazo gracias por comentar

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  2. Gracias a ti Victor. Tengo ya algunos artículos publicados en Globedia, pero con el seudónimo optimisstica.
    Gracias por tu visita a mi blog. Nos vemos.

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  3. ¡Hola Pilar! he buscado tus artículos en Globedia con el nick de optimisstica pero no encuentro ninguno. Si tienes ocasión, déjame algún comentario en cualquiera de mis novelas de globedia con tu nick, así te puedo meter en favoritos y te sigo como siempre. Muchas gracias y me alegro de verte.

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