La vida a veces es dura, y es entonces cuando tenemos que buscar en nuestro interior y sacar aquello que tenemos, llámalo agallas, llámalo autodefensa, llámalo como quieras pero no te quepa ninguna duda que está ahí dentro.
Acabo de pasar unos meses muy, muy difíciles. Un tropezón inesperado, pero el universo que parecía adverso, poco a poco se alineó, todo fue encajando y lo que parecía irreversible, se fue desenvolviendo favorablemente y aunque ahora queda algo de miedo, la felicidad del reto superado puede con todo.
Sé que siempre intento parecer optimista, pero no siempre es así, a veces también me hundo. A veces todo se vuelve negro y no veo la salida. Pero ¿sabéis una cosa? me he dado cuenta que aún en los peores momentos se puede luchar contra la tristeza más extrema y sacar fuerzas de donde creemos que no las hay. Después, poco a poco todo vuelve a su cauce. Si estamos positivos tardaremos mucho menos tiempo en tomar las riendas de nuestra vida y volver a vivir con alegría. Después de un tiempo de atasco emocional, todo empieza a rodar. Este año va a ser un buen año. Porque lo deseo con todo mi corazón...y ya sabéis que cuando algo se desea con fuerza... siempre...siempre, termina por conseguirse.
Yo voy a hacer mi lista. ¡¡¡Voy a por ello!!!
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